Cuando el agua es igual al cielo. Lo de arriba es lo de abajo, y el suelo es el techo. En el centro… uno. ¿A qué me refiero? A ese momento donde las nubes, y los colores temporales (amanecer – medio – atardecer) forman una orilla que expresa el fin de un lago, de un mar, de pequeñas lagunas aisladas. Un océano no, eso es cuando las nubes no son visibles. Debajo, en el sur, se encuentra el agua ya conocida, la de tierra firme, la nadada, la bendita, la no viva, pero sensible. En ese centro entre las dos playas, el uno se siente chiquito y alegre, sabe que nunca se secará. Si alguna vez eso sucede, comenzará a llorar, por tristeza, y además obviamente, por necesidad acuática. |
miércoles, agosto 15, 2007
Pequeña inmensidad
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1 comentario:
lindisisísimo gabi.
me dio escalofríos.
quiero agua, por necesidad acuática, YA.
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