jueves, mayo 29, 2008

La última carta a los desconocidos.

Y lograste despertarme, era todo montaña, “puedo ver más allá de tus ojos” me dijiste, los dos sabemos que es mentira, los dos sabemos lo bien que miento.
Me perdí y me fui para otro rumbo. Desde ese momento no deje de escribirte cartas, algunas tenían dibujitos, en otras reinaba el silencio, en algunas era sincero, en la mayoría demostraba demasiado, más de lo que realmente siento. Nunca pude entender porque me perdí, nunca pude entenderte, nunca quise entenderte, nunca te vi.

Extraño aquellos días en que era elefante, ahora estoy demasiado humano y solitario, el vacío se encuentra repleto, y me harté de acá.

Ya no puedo pedirte nada, y no sé si me dirijo a vos, o a todos nuestros amigos, desaparezcamos todos juntos, y aparezcamos debajo de la tierra, seamos espías de nosotros mismos. Sólo llevame a Japón, yo llevo el trombón y una novela en portugués, por favor, por favor, no puedo gritar más, me canse de aburrirme del amor.

Quizás necesitas amor, y yo necesito darlo, llevame a Japón, y miremonos diferentes, probemos nuestros rasgos, seamos rasgados, comamos arroz, siempre con queso, y chupémonos hasta los huesos, abandonemos nuestros sesos.

Estoy a punto de volver a ser elefante, sólo necesito ir a esa playa, llevame a Japón, quedé enviciado de puro jamón CRUDO, crudo jamón, y crudo el frío del sur, cuando se convierte en sur y no anda disfrazado.

Mabel se muerde las uñas, vuelve a entrar al barco, no quiere que mande esta carta, nunca supe bien quién es y que hace Mabel en este barco, ¿qué hago yo?, soy el músico, pero me olvide el trombón, entonces hago ruiditos, pero al no ser mas elefante no me salen más.

Necesito un abrazo más grande que todas las casas que nos distancian.

También es mentira eso del hombre de ningún lado, somos de todos lados, no tenemos que arrinconarnos al frío, vayamos a la tierra del paraguas en días de sol, dormamos en techos inclinados. Vengan a vernos sonreir.

Te prepare una valija llena de comida macrobiótica, pero se la comieron las ratas, y ahora andan demasiado higiénicas, es insoportable no tenerles miedo, Mabel dice que ni tiene ganas de matarlas ya. Vos sos medio rata.

Ya no puedo ni mover las manos del frio que acecha, el calor es ese amigo tan entrañable que aparece sólo cuando hay amor, por eso una vez mas insisto, seamos nipones por un rato, y esperemos que las trompas reaparezcan en nosotros.

3 comentarios:

Unknown dijo...

me
pongo los zapatos
y
salgo a caminar
la
gente me pregunta
a dónde vas, a dónde vas, a dónde

voooyyy por las calles
registrando mil detalles
lo que cuentan, lo que hacen
lo que dicen los demás

meeee
paro en una esquina
para ver pasar la vida
que me mira y me sonríe
con todo su esplendor

y eeeen esta fiesta
seguiremos un buen rato
cantaremos los payasos
con el arte deeel
¿humor?

no me acuerdo la última estrofa
me hace acordar a vos vivitos y coleando

Unknown dijo...

mirá lo que encontré!!
http://www.gobimusic.com.ar/chicos_cata_gimi.html

Unknown dijo...

lo que cuentan, lo que valen

ayy pero después viene un fade out doloroso y en el emule no hay más que virus